Cada obra supone en mi caso una pregunta previa que justifique tamaño esfuerzo. Las razones y la creencia ciega de que esas razones son certeras sostienen acaso por un periodo breve la potencia inconmensurable del hacer. Durante mucho tiempo me esforcé como artista en enfocarme solo en el hacer como un ejercicio continuo de sostenimiento de la vida. Floreas unn fauneth es un resultado de ese convencimiento. Una suma de pequeñas obras creadas en diferentes momentos y sin una cronología o diseño previo que explique porque están ordenadas de la manera en que están. El gusto personal estratégicamente corrido de foco deja a la intuición hacer lo que mejor sabe hacer que es tomar decisiones impulsadas por lo inconsciente con algo de experiencia previa.
Obras pequeñas cargadas de recorridos experimentales que en la escucha encuentran una relación forzada con la naturaleza y los movimientos pequeños, sencillos, repetitivos y no cuantizados.
Hacia el final del corrido del viaje solitario que supone la experimentación, en mi caso sentado frente a un computador, perdido, confundido, abrumado y aburrido se encuentra la absurda idea de que quizás este pueda ser el final. Luego aparece la reacción más humana y abrazada a la respiración que inyecta porvenir y me recuerda que ya no hago lo que hago buscando algún tipo de aprobación de alguien que ya no sirve que lo haga. Estoy yo y eso basta. La naturaleza también está ahí, dándome un entorno para respirar, caminar, observar, habitar y eso también basta.